Es como gritar pero sin que nadie te oiga, casi te sientes avergonzada de que alguien sea tan importante, de que sin él te sientas como si no fueras nada. Nadie podrá entender cuanto duele, te sientes sin esperanza como si nada pudiera salvarte y cuando todo se termina y él ya se ha ido hasta deseas que todo lo malo regrese para que al menos también puedas tener lo bueno de vuelta.
Y después de dar tantas vueltas la tortilla. Ya se acabó? Fue así de fácil, de rápido e indoloro? No hizo falta hablar, ni cartas, ni llamadas, ni una despedida? Bastó con el silencio, un silencio mutuo y descubrir que nunca llegamos a ser totalmente sinceros? Que todo siempre ha sido una mentira desde el principio y ahora si ya no hay vuelta atrás? C’est fini.
De verdad pudo ser tan fácil, tanto sufrimiento por no poder hacer eso, callar. Bueno CALLAR es lo que mejor se me da, es lo curioso. Y es que en algún punto de mi vida en el pasado pues aprendí a callar y no decir ni demostrar nada por el hecho de no hacerme más débil y no hacer más fuerte a nadie? Y es que a quien le gusta ser tan vulnerable, pero al final eso es bueno o malo? Quizás es malo porque dicen que entonces me quedare más sola… Pero tal vez acabe amando mi soledad.
Y mientras tanto pienso y repienso que esta sensación no me gusta, que puede ser que me gustase la sensación de incertidumbre, me gustaba quererte y odiarte, mis ganas locas de matarte o besarte, echo de menos todo, incluso que me ignore y yo me ponga a rabiar. Y es que él me enseño a querer a una PERSONA sin importar nada más como si los demás no existiesen, dejar atrás mi superficialidad.
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